Tres Áreas de Alineación
Apr 17, 2021Una de las perspectivas más útiles cuando trabajo en el desarrollo con profesionales o ejecutivos es que hay tres grandes áreas donde necesitamos asegurar alineación en nuestras vidas:
- Alineación Intrapersonal: Nuestra relación con nosotros mismos.
- Alineación Interpersonal: Nuestras relaciones con otras personas.
- Alineación Personal/Laboral: Nuestra relación con el rol, cargo o posición que ocupamos.
Cuando no estamos adecuadamente alineados en cada uno de estos ámbitos, la consecuencia natural es el conflicto. Conflicto interno, conflicto interpersonal o conflicto con nuestro entorno.
Es más, un fenómeno común es que, los conflictos que se derivan de la falta de alineación intrapersonal, inevitablemente, se convierten en conflictos interpersonales o conflictos con los distintos roles que ocupamos en nuestras vidas (trabajador, padre, pareja, etc.)
Por ello, es fundamental que las personas trabajemos activamente en entender qué es lo que nos motiva, cuál es nuestro propósito personal, qué es lo que queremos lograr, qué consideramos importante en nuestras vidas y dónde están nuestras grandes fortalezas y debilidades.
Desafortunadamente, una de los grandes fuentes de conflicto y frustración para las personas es esperar o tener la expectativa de que otros (nuestro empleador, el gobierno, la autoridad religiosa, etc.) nos provean ese sentido de propósito. Que nos digan o indiquen a qué causas valiosas debemos dedicar nuestras vidas.
Pero esa es una espera infructuosa e inútil. No solo porque es poco probable que suceda, sino, especialmente, porque es altamente factible que lo que sea definido por otros como lo mejor, no necesariamente va a ser tan satisfactorio para nosotros.
Por lo tanto, aunque sea difícil, es fundamental hacernos cargo de la situación y realizar el trabajo de definición personal necesario y hacernos cargo de definir qué es lo que nos va a proveer alineación a nivel interno.
Debemos hacernos preguntas difíciles, como:
- ¿Cuáles son nuestros valores máximos y qué cosas no estamos dispuestos a negociar en nuestras vidas?
- ¿Qué cosas no consideramos importantes y a cuáles no deberíamos dedicar atención y esfuerzo?
- ¿Cuáles son nuestras fortalezas y aquellas cosas que, naturalmente, hacemos mejor?
- ¿En qué ámbitos tendemos a tener un peor desempeño y es mejor que deleguemos a otros?
Estas preguntas son importantes para todas las personas, pero lo son especialmente para los líderes.
Si queremos tener un rol activo en liderar a otros, tenemos que partir por liderarnos a nosotros mismos.