Retorno Sobre la Inversión en Aprendizaje

Uno de los grandes beneficios del mundo de la consultoría es la posibilidad (incluso, la obligación) de estar constantemente aprendiendo.

En mi opinión y experiencia, para ser un consultor destacado, que cuenta con la confianza sostenida de sus clientes, no solo es necesario que hayamos aprendido alguna metodología o técnica y luego nos dediquemos a convertirnos en expertos en su aplicación. Eso es solo el comienzo y un requisito mínimo.

Luego debemos complementar esa pericia y maestría con distintas experiencias, conocimientos y metodologías, de tal forma de proveer una mirada lo más completa y creativa posible a distintas situaciones. Incluso aquellas que pueden parecer totalmente distintas o desconectadas.

En definitiva, el mayor valor que podemos proveer suele venir de realizar conexiones nuevas o inusuales, que no podrían ser anticipadas por nuestros clientes o, incluso, por otros consultores.

Por ello, un ámbito muy importante de aprendizaje tiene que ver con que, a medida que aprendemos y conocemos en mayor profundidad a nuestros clientes, que entendemos su estructura, historia, procesos, capacidades, desafíos, oportunidades, limitaciones, potencialidades, etc., podemos agregar mucho más valor como consultores.

Sin embargo, un desafío significativo es que ese aprendizaje toma tiempo y dedicación, lo cual implica, en definitiva, una inversión significativa por nuestra parte pues nuestros clientes normalmente no están dispuestos a pagarnos por ese aprendizaje.

Pero, es precisamente ahí donde tenemos la oportunidad de tomar una de las decisiones más importantes en nuestras carreras y negocios. Decidir realizar la inversión y enfocarnos en construir una relación de largo plazo o priorizar nuestro retorno y resultados a corto plazo.

Sin embargo, una vez que hemos hecho esa inversión, los consultores de confianza tenemos la oportunidad de convertirnos en un elemento aglutinador, que provee continuidad a la organización, al ayudar a los nuevos colaboradores y ejecutivos a acelerar su incorporación y su entendimiento sobre la compañía.

Por supuesto, cuando somos capaces de explicarle a un nuevo CEO o ejecutivo cómo ha evolucionado la compañía, los desafíos que ha enfrentado, las capacidades que ha ido adquiriendo y las posibilidades que se derivan de todo ese proceso, nos convertimos en una fuente muy potente de conocimiento y credibilidad, que contribuye a que quieran seguir contando con nuestra ayuda para llevar a la organización al próximo nivel de efectividad y resultados.

Por ello, una de las inversiones de mayor retorno que podemos realizar como consultores es dedicar el tiempo necesario para conocer las organizaciones y personas con quienes trabajamos. Simplemente, es una inversión que generará retornos una y otra vez durante años.