La Mejor Decisión de Inversión

Las personas son un gasto, se suele pensar y decir.

Eso puede ser correcto, desde el punto de vista contable/financiero.

Sin embargo, desde la perspectiva del negocio, es mucho mejor entender a las personas que contratamos como una inversión.

Una inversión que pagamos en cuotas mensuales, pero cuya influencia puede extenderse por mucho tiempo.

Desafortunadamente, incluso los líderes que reconocen el valor de las personas, no suelen aplicar a estas decisiones la misma rigurosidad que utilizan con otras inversiones “más duras”.

En una conversación con uno de nuestros clientes, socio de un fondo de inversión de private equity muy exitoso, comentábamos cómo, cuando evaluaban una alternativa de compra de una compañía, producían el equivalente a un libro, con más de 100 páginas, con todos los detalles financieros, operacionales y de mercado relacionados con la empresa en que consideraban invertir.

Esto es fundamental pues, para este fondo, es normal que las inversiones sean superiores a 100 millones de dólares.

Sin embargo, este cliente también reconocía que, sus análisis extremadamente detallados, no incluían información con ese mismo nivel de detalle con respecto a las personas que componían la organización, ni tampoco a factores organizacionales y culturales.

A pesar de que la experiencia les había mostrado, en más de una ocasión, que un error en la contratación de posiciones gerenciales puede tener un impacto profundo en los resultados y, por lo tanto, en la rentabilidad del negocio.

En la experiencia de este cliente, por ejemplo, equivocarse en la contratación de la persona que ocupará la Gerencia General puede tomar hasta dos años en corregirse y, dado que normalmente el fondo invierte con un horizonte de cinco años, hay una alta probabilidad de que esa inversión no genere el retorno esperado.

Adicionalmente, la experiencia de este cliente le había mostrado que “un Gerente General que gana un 30% más que el promedio del mercado no genera un 30% más de resultados, sino que produce 10 veces más que uno que gana el promedio”.

Por ello, es fundamental que las organizaciones, aunque no estén en la industria financiera, enfrenten toda decisión de contratación como una inversión. Porque es muy probable que sea la inversión con mayor impacto en los resultados a corto y largo plazos.

Esto es especialmente importante para las posiciones superiores de la organización.

Nuestra experiencia con decenas de Equipos Gerenciales, ayudándoles a construir organizaciones más ágiles y efectivas, nos ha demostrado que el primer factor a considerar en cualquier proceso de transformación organizacional hacia la agilidad es entender las capacidades individuales y colectivas presentes en el equipo.

Aunque suene fuerte, si en el equipo no hay una buena base de capacidad, cualquier proceso de transformación será más difícil, tomará más tiempo y tendrá una probabilidad de éxito mucho menor.

Por ello, cualquier decisión de contratación debería realizarse de manera exhaustiva y con bases científicas, que permitan entender a cabalidad las competencias y capacidades, actuales y potenciales de los líderes que componen nuestra organización o que consideramos incorporar.

Y eso es, precisamente, lo que hace nuestro sistema de Selección Científica, ayudando a construir equipos y organizaciones cada vez más capaces, ágiles y efectivas, ayudando a realizar inversiones con el mayor y mejor retorno.