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Influencia Estratégica de RRHH

cultura liderazgo talento Mar 30, 2022

Una aspiración común de las áreas de Recursos Humanos es tener influencia estratégica en sus organizaciones.

Es una aspiración totalmente legítima y necesaria pues la experiencia de múltiples compañías exitosas alrededor del mundo ha demostrado que, cuando RRHH es invitado a la conversación e implementación estratégica, se generan resultados mejores y más sostenibles.

¿Cómo podemos, entonces, asegurar ese nivel de influencia?

Obviamente, todo parte por entender a qué nos referimos cuando hablamos de estrategia de negocios.

En nuestra experiencia, si tuviéramos que resumir ese concepto en sus elementos clave, estos serían: 1) Mercados; 2) Productos; y 3) Capacidades.

En breve, si queremos construir e implementar una estrategia de negocios exitosa, necesitamos definir en qué mercados (industrias, geografías, segmentos, etc.) queremos estar presentes ––y por qué––, qué productos o servicios diferenciadores vamos a ofrecer a esos mercados y qué capacidades distintivas necesitamos tener para generar ventajas competitivas sostenibles.

Es entendible que el área de Recursos Humanos no sea experta en los mercados ni los productos. Hay personas con mucho mayor conocimiento y experiencia en ellos.

Pero sí puede (y debe) ser la experta en las Capacidades. Es decir, en lo que la organización como un todo, los equipos que la componen y cada uno de los colaboradores es capaz de producir y produce, consistentemente.

En la práctica, todo lo que sucede en una organización, todos los resultados, positivos y negativos, ocurren porque alguien está haciendo algo o está dejando de hacer algo.

Cuando un vendedor establece un acuerdo con un cliente, cuando un operario está transformando materias primas en productos finales o cuando un técnico instala un producto o provee un servicio, sus acciones y decisiones (así como sus inacciones e indecisiones) generan consecuencias.

Más específicamente, generan ingresos o costos, que son las dos grandes partidas de un Estado de Resultados, lo que, en definitiva, queremos influir de manera sostenida.

Por lo tanto, los ingresos y los costos tienen que ver con los comportamientos que las personas realizan (o no) día a día y la gran oportunidad para las áreas de RR.HH. está en influir en aquellos factores que más impactan los comportamientos de las personas.

¿Cuáles son esos factores?

Si tenemos que resumirlo, hay tres factores principales que influyen los comportamientos y resultados:

  • a) El Talento o las características naturales (habilidades, conocimientos, personalidad, capacidad cognitiva, etc.) de cada persona;
  • b) La Cultura prevaleciente en la organización o en partes de ella, es decir, qué entienden los colaboradores acerca de "cómo se hacen las cosas aquí"; y
  • c) El Liderazgo, o sea, la claridad que los líderes proveen con respecto al comportamiento deseado y no deseado de sus colaboradores y equipos para generar los resultados.

Por supuesto, ninguna organización tiene actualmente hoy todo el Talento, la Cultura y el Liderazgo que garantizarán sus resultados futuros.

Si los tuvieran, ya estarían generando resultados superiores.

Por ello, necesitamos contar con una estrategia clara para asegurar las capacidades organizacionales que necesitaremos para implementar una estrategia de negocios exitosa.

Esa estrategia, en definitiva, consta de dos grandes componentes:

  1. Qué capacidades vamos a adquirir desde el mercado, lo cual implica contar con una estrategia de Reclutamiento y Selección potente, que sea capaz de identificar, atraer, evaluar y seleccionar a las personas que cuentan con las competencias individuales requeridas para construir equipos sinérgicos;
  2. Cuáles capacidades vamos a desarrollar internamente, lo que requiere tener una estrategia de Desarrollo Organizacional sólida, que convierta las competencias individuales en capacidades colectivas (de equipo y organizacionales) efectivas.

Y la experiencia ha mostrado, consistentemente, que las Estrategias de Capacidad Organizacional exitosas combinan virtuosamente ambos elementos. Traen del mercado algunas y desarrollan internamente otras.

Cuando entendemos nuestro punto de partida en estos tres factores (Talento, Cultura y Liderazgo) y luego construimos e implementamos una estrategia que asegure las capacidades organizacionales que necesitamos a futuro, los resultados están casi garantizados.

Es bastante simple. Aunque, como sabemos, no es fácil.