Crear Espacio Para Crear
Feb 20, 2021Un error que cometemos constantemente (y yo soy el primero en reincidir, casi día a día), es llenar nuestras agendas con una infinidad de actividades, en busca de la tan anhelada "productividad", sin dejar tiempo para pensar, divagar y, simplemente, estar quietos.
En esa búsqueda implacable de la eficiencia, nos dejamos absorber por la vorágine diaria y no nos damos cuenta de la trampa en que caemos, una y otra vez.
En pocas palabras, esa trampa se resume en que estamos constantemente buscando liberar tiempo, usando la menor cantidad posible para cada actividad, pero no soportamos tener tiempo libre pues consideramos que tiene un retorno nulo o, incluso, negativo. O nos sentimos culpables por no estar haciendo todo el esfuerzo que deberíamos.
Pero el tiempo libre o, al menos, tiempo para realizar actividades sin un objetivo específico, es fundamental para la creatividad. Para realizar conexiones inusuales, observar el mundo a nuestro alrededor, cuestionar si nuestra respuesta automática a las cosas y situaciones es la mejor o, por lo menos, la única.
Si no nos hacemos esas preguntas, corremos el riesgo constante de reaccionar en forma automática, aplicando las mismas fórmulas y soluciones que hemos utilizado en el pasado. Prácticas que quizás fueron efectivas en su momento o, lo que es más peligroso, que eran convenientes para quien nos las recomendó o inculcó, pero no lo son tanto para nuestra situación actual y, mucho menos, para el futuro que queremos crear para nosotros y quienes nos rodean.
Además, si queremos ser creativos y generar un futuro mejor, tenemos que poner atención a nuestro espacio físico.
Si para realizar cualquier actividad, es necesario bucear bajo pilas y pilas de papeles, libros, reportes y quizás cuántas otras cosas, literalmente, nuestras ideas se desvanecen antes de que logremos capturarlas y desarrollarlas.
Pero lo que más impacta nuestra creatividad no es solo manejar el espacio en nuestras agendas y el espacio físico a nuestro alrededor.
Mucho más importante es crear el espacio mental, para que nuestras ideas puedan circular libremente, sin estar constreñidas por nuestras obligaciones, preocupaciones y otras distracciones.
Como ha mencionado David Lynch, uno de los directores de cine más creativos, en su libro "Catching the Big Fish" (Atrapando los Peces Grandes), lejos la práctica que más le ha ayudado en su proceso creativo es la meditación, la cual ha practicado todos los días, dos veces al día, durante más de 40 años.
La meditación, que puede ser algo tan simple como enfocarnos en nuestra respiración, en cómo inhalamos y exhalamos, nos ayuda a mantener bajo control "la maquinita" que todos llevamos en nuestras mentes y que suele estar en permanente actividad.
Nuestro objetivo, en definitiva, como ha recomendado el Dr. Robert Kegan, de la Universidad de Harvard, es llegar al nivel de madurez donde somos nosotros quienes tenemos o poseemos nuestras agendas, espacios físicos y espacios mentales, en vez de que nos tengan a nosotros.
Solo entonces dejaremos de estar secuestrados, atrapados y a merced suya.