Gracias, Ya Estoy Recuperándome

Unas pocas personas saben que el lunes recién pasado yo tenía programada una cirugía. Algo no tan grave, afortunadamente, y todo salió de acuerdo a lo esperado. Ya estoy en mi casa y el proceso de recuperación está funcionando muy bien.

Sin embargo, esta experiencia, me recordó una vez más las distintas etapas por las que pasa cualquier proceso de cambio o transformación y la importancia de conocerlas y honrarlas.

Específicamente, me mostró que, aunque uno realice toda una planificación detallada, entienda las razones por las cuales se debe realizar el cambio y tenga claros los pasos del proceso, nada se compara con estar enfrentado a la situación misma.

Como dijo Mike Tyson, "todos tienen un plan hasta que los golpean en la cara".

Es en ese momento, cuando estamos, en este caso, conectados con tubos por todos lados, imposibilitados de movernos y totalmente dependientes para lo más mínimo, cuando entendemos la profundidad de lo que implica el proceso de transformación.

Precisamente ahí, cuando estamos lidiando con las consecuencias naturales de los cambios, es cuando se pone a prueba nuestra convicción y fortaleza.

En esa situación ponemos en duda la planificación y pensamos que esto no va a terminar nunca. Incluso, que nos engañaron cuando nos dijeron que iba a ser una operación "simple", que solo tomaría 3 días de hospitalización en total.

Por supuesto, todos los doctores y profesionales de la salud confirmarán, en una conversación abstracta, que "no hay operación simple" y que cualquiera se puede complicar, pero uno sabe que hay niveles de complejidad y que esta, específicamente, no debería haberse sentido tan complicada.

Por ello, durante todo este proceso, el apoyo de profesionales expertos ––en este caso, los doctores, enfermeras y auxiliares–– es fundamental. Ellos conocen cada uno de los pasos del proceso, entienden cuáles son las desviaciones que pueden ocurrir y los ajustes que hay que hacer en cada una, lo cual transmite confianza y tranquilidad a la persona que está enfrentando este proceso particular por primera y, ojalá, única vez.

Finalmente, las acciones de los expertos y el apego a sus instrucciones tienen el efecto esperado y la recuperación funciona de acuerdo a lo programado originalmente. En ese momento, vuelve la confianza y se empiezan a apreciar los beneficios de la transformación, aunque todavía haya un plazo largo antes de cerrar el proceso por completo.

Por todo lo anterior, aunque las transformaciones suelen ser algo que uno odia con toda su alma cuando está sucediendo y cree que sería mejor que no existieran o no haber tenido que pasar por ellas, terminan siendo algo que uno agradece enormemente cuando han terminado y nos llevan a un nivel superior de posibilidades.